Aterrizo en Los Angeles lista para continuar mi camino hacia lo que sería una de las mejores experiencias de mi vida. Como salida de una película de David Lynch, abordo del Ventura Shuttle Express, recorro la carretera Pacific Coast Highway que bordea la costa de California. Al llegar a la ciudad de Ventura, cerca del anochecer, tomo el camión urbano que me deja en el centro de la ciudad de Ojai. Con suerte y ayuda de varias personas que se muestran amables a los visitantes, consigo instalarme en el hotel Casa Ojai Inn. La noche en Ojai es obscura y fría. Despierto sintiendo la luz del sol entrar en mi habitación. Ahora sí podré ver esta misteriosa ciudad y sus montañas.
A las tres de la tarde llego a Casa Barranca, originalmente diseñada bajo el nombre The Pratt House, ícono histórico de los Estados Unidos diseñada en 1909. El paisaje es hermoso, todo está en su lugar. Arboles, pinos, plantas de la región, y las montañas que ayudan o contener este escenario único y precioso. Recorro el lugar y me siento en paz, lista para empezar un nuevo viaje en mi camino como activista y líder de cambio.
Es un honor para mí encontrarme rodeada de más de 25 líderes de diferentes partes del mundo. Todos con la intención de compartir nuestra experiencia y enriquecernos para continuar con nuestro trabajo de servicio. Por primera vez México está presente en el entrenamiento avanzado de Off The Mat and Into The World (Advanced Leadership Training). Son seis países participantes: Estados Unidos, Canadá, Nueva Zelanda, Korea, Alemania y México.
Pasé cuatro días intensos de introspección, análisis y discusión. Parte del trabajo consistió en entender aquello que más nos duele y nos enfurece para reconocer nuestras reacciones en situaciones difíciles que se presentan en el ambiente de trabajo. Nos enfocamos mucho en la colaboración de grupo, en entender su importancia al realizar proyectos de servicio. Hablamos sobre el poder y como las dinámicas de poder afectan nuestra manera de trabajar. Conocí individuos extraordinarios que se encuentran en estos momentos trabajando por su comunidad. Logré conectarme con ellos haciendo a un lado nuestras diferencias culturales, honrando nuestra diversidad y reconociendo todo lo que compartimos como activistas conscientes, enfocados en hacer de nuestro entorno un espacio saludable, de unidad y de paz. Esta experiencia me deja motivada y con muchas ganas de continuar con mi trabajo de servicio, acercando la práctica del yoga a mas personas y ayudando a recuperar los espacios públicos en nuestra ciudad. A mi regreso disfruto del paisaje, de las montañas y del mar. Mi nueva amiga Skye me lleva a conocer Malibú, a disfrutar de una feria de chocolate y a conocer su espacio en Los Angeles. Cada momento es mágico, una nueva experiencia y un nuevo aprendizaje.
Sin duda, espero reencontrarme con este grupo maravilloso de individuos que han marcado mi trayectoria como activista consciente y espiritual. Los guardo profundamente en mi corazón. – JS
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