En los últimos meses he tenido muy presente como ha crecido la práctica de yoga en Monterrey. Cada vez hay mas centros de yoga, mas personas practicando yoga, mas entrenamientos y talleres …. ¿mas consciencia o mas competencia?
Recuerdo que por ahí del ’99, cuando yo empecé a practicar, eran pocas las opciones y esta práctica se mantenía como por debajo del agua. Yo llegué a mi primer clase con la idea de que el yoga era estar sentado en postura de meditación o flor de loto con los ojos cerrados. Realmente no tenía ni la menor idea de como ese día iba a transformar mi vida por completo. Fueron aproximadamente diez años de práctica personal hasta que decidí certificarme como maestra. Durante esos diez años mi práctica era básicamente hatha yoga. Comencé aquí en Monterrey y luego continué en Ciudad Juárez, era lo que había a mi alcance. En otras palabras, la postura de mas reto que yo hacía era el parado de cabeza con el apoyo de la pared. Cuando regresé a Monterrey me encontré con otras prácticas de yoga que me motivaron a aprender cosas nuevas y fue cuando comencé con la certificación. Entré a un mundo nuevo del yoga, mi práctica cambió muchísimo y empecé a experimentar nuevas sensaciones y emociones en torno a mi práctica. Entre ellas la obsesión, competitividad y sensación de derrota. Al primer mes de estudio de la certificación comencé a dar clases. Esto me ayudó muchísimo para ver este mundo del yoga desde otra perspectiva. Siendo yo la persona que trata de transmitir que el yoga no es competencia, no es llegar a hacer una postura, no es doblarse en mil partes, no es superficial; sino que es todo este camino de esfuerzos, de mantener la confianza, la paciencia, de aceptar que cada momento es diferente, de hacer a un lado las expectativas, de reconocerse y aceptarse a uno mismo tal cual como es, de decir todo esta bien, de respirar y sentir la conexión a la tierra en todo momento, de reconocer lo que mas nos duele y tener el coraje de soltarlo; o en otras palabras: es tener la capacidad de crecer y transformarnos desde adentro con consciencia para ser mejores personas. Este momento fue un parteaguas en mi práctica de yoga. Al yo expresar lo que es el yoga a otras personas, me lo estaba diciendo a mi misma … y me lo sigo diciendo día a día en cada práctica que guío.
Tomando todo esto en cuenta intentaremos practicar Astavakrasana. Creo que las posturas de balance son un buen ejercicio para practicar la paciencia, hacer a un lado la obsesión, la sensación de derrota y la competencia. Recuerda que lo importante es el camino que te llevará a lograr la postura y no la postura en sí.
Comienza en Dandasana. Sentado con las piernas estiradas al frente. Flexiona tus pies empujando los talones hacia adelante con los dedos activos. Presiona los muslos hacia la tierra. Lleva tus manos aun lado de tus caderas presionando hacia abajo.
Desde aquí avanzaremos hacia Eka Hasta Bhujasana, una postura de preparación. Dobla la pierna derecha llevando la rodilla hacia el torso. Con tu mano derecha por dentro del muslo derecho tómate de la pierna con las dos manos. Sostén la pantorrilla derecha con tu mano derecha y el tobillo derecho con tu manos izquierda. Levanta la pierna llevando la rodilla derecha hacia la parte alta de tu brazo derecho cerca del hombro. La pierna izquierda se mantiene larga, las caderas presionando hacia la tierra y el pecho elevando hacia el cielo.
Lleva la mano derecha hacia la tierra por fuera de la cadera derecha y un poco hacia adelante. El brazo derecho se mantiene doblado.
Sigue sosteniendo el tobillo derecho con tu mano izquierda tratando de evitar que la pierna se resbale. El pie derecho se mantiene flexionado con los dedos activos empujando el metatarso hacia adelante, esta acción ayuda a que la rodilla derecha se mantenga anclada al hombro derecho y que no se resbale la pierna. Suelta la pierna y lleva tu mano izquierda hacia la tierra por fuera de la cadera izquierda y un poco hacia adelante.
En caso de que la pierna se resbale vuelve a sostenerla con tu mano izquierda e intenta de nuevo esta misma acción. Si aún es difícil para ti elevar la pierna por encima del brazo hacia el hombro te recomiendo seguir trabajando en la apertura de tus caderas (segundo guerrero, parsvakonasana) , así como de la parte de atrás de los muslos con posturas de flexión hacia adelante (uttanasana, paschimottanasana). Esto te dará la flexibilidad necesaria para seguir avanzando. Recuerda que estamos enfocándonos en trabajar la paciencia y que con práctica y dedicación tarde o temprano estarás realizando la postura. Disfruta del camino, de cada aprendizaje durante el recorrido.
Presiona las dos manos hacia la tierra al mismo tiempo que mantienes la fuerza de tus piernas hacia el centro. Toma una inhalación profunda despegando la pierna izquierda y caderas de la tierra. Con la exhalación trata de elevar un poco mas sosteniendo cinco respiraciones.
Regresa suavemente estirando de nuevo la pierna derecha hacia adelante en dandasana para practicar el otro lado.
Si no pudiste despegarte de la tierra trata de mantener una actitud positiva. Probablemente está haciendo falta mas fuerza con los músculos abdominales. Trabaja en presionar las manos hacia la tierra al mismo tiempo que llevas el ombligo hacia adentro y hacia arriba. Te recomiendo trabajar posturas como plancha y chaturanga que te reforzarán músculos de los brazos y abdomen. La fuerza la tendrás, mientras tanto trabaja la perseverancia y mantén tu práctica constante. Recuerda que al lograr la postura aún hay mas camino por recorrer.
Una vez que lograste Eka Hasta Bhujasana puedes avanzar a Astavakrasana. Comienza con la pierna derecha por encima del brazo derecho y la pierna izquierda estirada hacia adelante en Eka Hasta Bhujasana. Dobla la pierna izquierda cruzando el talón izquierdo por debajo del derecho. Es importante mantener los pies flexionados y seguir presionando la pierna derecha hacia el brazo derecho para que no se desmorone la postura. Mantén la presión de tus manos hacia la tierra, siente la fuerza en tus brazos y en el abdomen.
Estira las piernas sintiendo como se aprieta el brazo derecho entre tus piernas. Eleva el torso con el brazo izquierdo estirado mientras que el brazo derecho se mantiene un poco doblado. Trata de mantenerte aquí de tres a cinco respiraciones. Esta variante intermedia te ayuda a cultivar el balance y la estabilidad.
Para ir a la postura final inhala profundo y con la exhalación dobla los brazos inclinándote hacia adelante bajando el pecho y la cabeza hacia la tierra hasta tener los codos en línea con los hombros. Sigue presionando tus manos, elevando las caderas hasta alinear el coxis con el esternón.
Después de varias respiraciones exhala para regresar a la posición anterior hasta llegar de nuevo a Eka Hasta Bhujasana. Lentamente apoya las caderas a la tierra, baja la pierna derecha e incorpórate a Dandasana. Toma unas cinco respiraciones para repetir la postura del lado izquierdo.
Termina descansando en Balasana, postura del niño. Siente el soporte que te da la tierra y recuerda que el camino continúa y que la práctica de yoga puede ser divertida cuando eliminamos de nuestra mente la idea de tener una meta específica, haciendo a un lado la sensación de competitividad.
BENEFICIOS
Fortalece brazos y muñecas.
Tonifica abdomen.
Cultiva la paciencia y perseverancia.
Trabaja el balance y concentración.
RIESGOS
Muñecas, hombros, cuello.
MODIFICACIONES
Blocks para elevar las manos.
Te invito a compartir tu experiencia. ¿Cual ha sido tu experiencia practicando Astavakrasana? ¿Ves en tu práctica de yoga el trabajo hacia la paciencia, perseverancia, confianza; como mantienes tu práctica alejada de la sensación de competencia? ¿Como lo ves reflejado fuera del tapete?
Gracias por darte el tiempo de leerme. Cualquier comentario sobre este blog es bienvenido. Si la información te ha sido útil y crees que a alguien mas le pueda interesar te invito a compartirlo.
Nos vemos la próxima semana :)
Con cariño,
Juliana
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