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  • Foto del escritorJuliana

Shiva Nataraja, el Dios de la Danza

Durante esta semana haremos un recorrido por los cinco actos divinos de Shiva representados en Shiva Nataraja. Shiva es el dios destructor del universo en la mitología hindú. Shiva Nataraja es la representación del dios Shiva en una danza cósmica donde destruye el universo y lo prepara para que el dios Brahama inicie el proceso de la creación.


Según la leyenda, algunos enemigos deseaban destruir a Shiva y enviaron a un enano conocido como el demonio del olvido y la ignorancia, la encarnación del mal. Para combatirlo Shiva comenzó a bailar su danza cósmica haciendo menos al demonio saltando sobre el con un pie sobre la espalda y liberando al mundo del mal.


La danza de Shiva dentro del arco de fuego que representa la conciencia está compuesta por los cinco actos divinos:

  1. creación – representada por su mano derecha en alto y el tambor con el cuál produce las vibraciones que emanan los ritmos de la creación.

  2. sostenimiento – representado por la mano derecha hacia abajo con un gesto que expresa “no temas”.

  3. destrucción – representado por el fuego que sostiene en su mano izquierda elevada.

  4. ocultamiento – representado por el pie derecho sobre el demonio, es aquel que esconde la verdad y permite el crecimiento. Existe un infinito de posibilidades, aquí sucede el misterio y la revelación interna. Hay ignorancia, todo es una posibilidad.

  5. revelación – representado por el pie izquierdo elevado y la mano izquierda hacia abajo como en trompa de elefante. Brinda conocimiento y libera el espíritu.

¿Como podemos relacionar estas imágenes y simbología en nuestra vida diaria?

Cuando yo conocí la historia de Shiva Nataraja me llamó mucho la atención la importancia y la necesidad del ocultamiento. La idea que del caos nace la belleza me ayudó a valorar todas esas experiencias difíciles que han sido parte de mi vida. Esos momentos en los que no sabía que iba a pasar y sentía miedo. En vez de lamentarme aprendí a utilizar esas experiencias para cargarme de fuerza y continuar en mi camino. Me di cuenta que después de vivir esos momentos en donde no lograba ver la luz fueron precisamente los que me revelaron el camino. Aprendí a reconocer que todo es impermanente, que esos momentos difíciles pasan. Y entonces me di cuenta también que esos momentos de máxima libertad y dicha también pasan y es cuando viene la destrucción e inevitablemente el ocultamiento. Vivo en un constante ciclo en donde el deseo, la sabiduría, la disolución, el misterio y la revelación tejen esta danza universal que me recuerda la importancia de experimentar al máximo siempre el momento presente. Sea cual sea la experiencia, esta se manifiesta para enseñarme a confiar y es aquí cuando vivo el yoga día a día.


En honor a Shiva Nataraja practicaremos Natarajasana, la Postura del Dios de la Danza.

Comienza en Tadasana, postura de la montaña. Mantén tu enfoque en un punto fijo delante de ti. Toma una inhalación profunda y lleva el peso de tu cuerpo hacia la pierna derecha. Dobla la pierna izquierda tomando el empeine izquierdo con la mano izquierda desde la parte externa del pie. Mantén tu mano derecha en la cadera. Recuerda sentir el soporte de tu pie derecho presionando los cuatro puntos del pie hacia la tierra y levantando los arcos. Lleva la fuerza hacia tu pierna derecha activando quadriceps. Mantén la pelvis en rotación neutral dirigiendo el coxis hacia la tierra, llevando el ombligo hacia adentro y hacia arriba. Suaviza las costillas frontales llevándolas hacia adentro y comienza a sentir como se alarga el torso y se abre el pecho.



Eleva la pierna izquierda hasta tener el muslo paralelo al piso. Siente la rotación interna del muslo izquierdo girándolo hacia adentro y hacia arriba manteniendo la rodilla en línea con la cadera. Sigue alargando el torso y mantén la apertura del pecho abriendo los hombros y expandiendo las clavículas. Poco a poco alarga el brazo derecho hacia adelante sin perder el enfoque. Recuerda mantener la respiración profunda para lograr sostener la postura en calma. Vuelve a tomar una inhalación profunda y al exhalar comienza a bajar la pierna izquierda regresando a tadasana. De la misma manera practica el otro lado.


BENEFICIOS

  • Expande los hombros y el pecho

  • Alarga los muslos, ingles y abdomen

  • Fortalece las piernas y tobillos

  • Mejora el balance

  • Activa el 1er Chakra, Muladhara. Busca crear estabilidad, enraizar, dar prosperidad y salud física.

  • Activa el 4to Chakra, Anahata. Busca dar balance, compasión y aceptación.

RIESGOS

  • Tobillos, rodillas, espalda baja, hombros.

MODIFICACIONES

  • Utilizar la pared para encontrar el balance.

  • Utilizar una cinta en el pie de la pierna elevada en caso de no alcanzar el empeine.


Te invito a compartir tu experiencia. ¿Como vives la danza de Shiva Nataraja en tu práctica de yoga dentro del tapete y en tu vida diaria?

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