Hace unos días pasé por una situación difícil por haberme hecho expectativas del comportamiento de otra persona. Al no cumplirse mi primera reacción fue coraje, desesperación, enojo. Mi cuerpo empezó a sentirse duro, tenso y como no tenía manera de hablar con esta persona pensé que practicando yoga podría «sudar» el coraje, el enojo, la desesperación. Y eso fue lo que hice. Cada postura, cada respiración la sentí desde mi centro. Pude sentir el fuego del tercer chakra encenderse. Todo lo que le quería decir salía desde ahí y se liberaba. Comencé a sentirme fuerte, empoderada y con confianza en mi misma. Como si le mostrara que a pesar de su comportamiento yo me mantenía firme y en control. Cuando llegó el momento de practicar el parado en antebrazos (pincha mayurasana) mi respiración estaba bastante agitada y me di cuenta que si mantenía ese energía de fuego, del tercer chakra, no lograría mantener el balance en la postura. Descansé un momento en postura del niño (balasana), sintiéndome cerca de la tierra lo cual me dio confianza y logré relajar mi respiración. Ahí fue cuando me sentí lista para subir a la postura y eso fue lo que hice: mantenerme en control, firme y en calma. Cuando bajé de la postura y cerca a la tierra agradecí por la gran lección de la práctica. Entendí como el yoga nos enseña a navegar por las aguas revoltosas preparándonos a encontrar la calma cuando es necesario. Conocer los dos extremos para encontrar el centro.
Durante esta semana te invito a sentir ese fuego interno que representa tu voluntad, tu deseo, tu individualidad, tu poder personal para al mismo tiempo trabajar hacia el centro encontrando la calma, la firmeza y el control en aquellos momentos/posturas difíciles.
Una buena manera de sentirlo es en los Saludos al Sol (Surya Namaskar). Te recomiendo:
Comenzar tu práctica con la intención de dirigirla hacia una experiencia difícil que hayas tenido durante el día ó recientemente.
Mantener el ritmo de tu respiración constante, no te aceleres.
Sentir cada postura en las transiciones. (plancha – chaturanga- cobra/urdhva mukha)
Sostener algunas posturas como primer guerrero te ayudará a encender y mantener el fuego interno al mismo tiempo que empezarás a trabajar la calma y el control.
Aprovechar las pausas para sentir como se empieza a soltar el enojo, el coraje ó cualquier emoción negativa; al mismo tiempo que comienzas a sentirte fuerte y firme.
Hacer variantes en los saludos agregando posturas como vasisthasana, bakasana, pincha mayurasana (según el nivel de práctica) te pondrán a prueba para encontrar tu centro y sentir el balance.
Terminar la práctica cerca de la tierra para reconocer y agradecer por el soporte y la conexión.
Escribir en un diario como te sentías antes y después de la práctica.
Te invito a compartir tu experiencia.
¿Que cambios notaste después de la práctica en relación a esos sentimientos negativos relacionados a tu experiencia difícil? ¿Cómo te sientes ante esta experiencia ahora?
Gracias por darte el tiempo de leerme. Cualquier comentario sobre este blog es bienvenido. Si la información te ha sido útil y crees que a alguien mas le pueda interesar te invito a compartirlo.
Nos vemos la próxima semana :)
Con cariño,
Juliana
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