La semana pasada escribí sobre la compasión en la práctica de yoga a raíz de una lesión que tuve en la espalda. Esta experiencia me trajo muchas lecciones y es por eso que hoy escribo sobre el miedo. Después de dos semanas de haber tenido la lesión me encuentro prácticamente sin dolor y lista para incorporarme a mi práctica poco a poco. Pero les soy sincera, tengo miedo. Ahora mi trabajo es el de enfrentar mi miedo, ser paciente y escuchar a mi cuerpo.
Todos hemos vivido el miedo. Es normal, es parte de la vida y si lo permitimos puede ser una gran herramienta para transformarnos y crecer como seres humanos. Para mi la verdadera práctica de yoga es aquella que se sumerge hacia las partes obscuras de nuestra vida llevándoles luz y creando un cambio positivo. Esta obscuridad, esta sombra, está compuesta por miedos, traumas, experiencias difíciles desde la infancia, etc. En otras palabras, es todo aquello que negamos, que no queremos ver porque nos duele y no queremos sentir dolor.
Hace unos años en una clase de yoga la maestra nos decía que todo es hermoso y que podemos encontrar la belleza en todo lo que nos rodea. En ese momento yo pasaba por una situación difícil en mi vida y al escuchar esas palabras me sentí bien. Muy bien. Seguí leyendo y estudiando sobre este enfoque de ver la vida, de ver el mundo y realmente sentí que no podía ser así. No todo es bello, no todo es hermoso. ¿Que hay con el miedo, el dolor, el sufrimiento? Me di cuenta que esas palabra no fueron mas que una dosis de atontamiento (numbness). En poco tiempo el miedo y el sufrimiento estaban de regreso.
Después de haber pasado por esta experiencia tuve la suerte de conocer a Ana Forrest. Al guiar la práctica nos hablaba de sentir, de respirar, de estar atentos a las señales de nuestro cuerpo y de la respiración. Algo tan sencillo y al mismo tiempo tan poderoso. Compré su libro Fierce Medicine, el primer capitulo se titula Stalking Fear. Durante este mismo viaje conocí a Seane Corn a quien le escuché decir: «lo que mas te duele, lo que rompe tu corazón te mostrará el camino para encontrar tu propósito, tu dharma.» Estas dos maestras hablaban de lo mismo, de la sombra. Descubrí que por medio de la práctica de yoga puedo enfrentarme a lo que mas me duele, sentir ese dolor, reconocerlo, soltarlo y convertirlo en algo positivo. Llevarle luz a lo mas obscuro y profundo de mi ser para crear un cambio de verdad.
¿Como puedo llevar estas ideas a mi práctica de yoga/asana?
Transforma tu miedo en una afirmación positiva. Dale a tu práctica una intención mediante una afirmación en primera persona y en positivo.(Ej. Confío en mi recuperación. Soy paciente y escucho a mi cuerpo.)
Durante la práctica escucha las señales de tu respiración. Al sentir que tu respiración se acelera recuerda tu afirmación y si lo necesitas descansa en postura del niño repitiendo tu afirmación en silencio. Aquí siente el soporte y la sensación de seguridad al estar cerca y en conexión con la tierra.
Durante la práctica escucha las señales de tu cuerpo. Cuando en una postura sientas que no quieres estar ahí dirige tu respiración hacia aquella parte en tu cuerpo que te lo está pidiendo. Suelta esa tensión, esa sensación, ese miedo. Enfréntalo. Vuelve a repetir tu afirmación en silencio.
Cuando llega el momento de hacer una postura que te da miedo, suelta todas las expectativas. Respira, siente tu cuerpo y su conexión con la tierra. Repite tu afirmación en silencio. Si no logras llegar a la postura recuerda que este es un trabajo lento, así debe de ser para realmente llegar a lo mas profundo y transformar desde adentro.
En savasana reconoce que ya iniciaste el camino hacia el cambio. Lo mas difícil es identificar el miedo. Tu ya lo hiciste. ¡Felicítate!
Al terminar tu práctica escribe en un diario todo lo que surgió. ¿En que posturas sentiste alivio, en cuales te sentiste mas tensa/o, con miedo? ¿Como sentiste tu respiración? ¿Te ayudó trabajar con una afirmación? ¿Que descubriste de ti mismo? ¿Hubo algún cambio en como percibías/sentías tu miedo? ¿Que emociones surgieron durante la práctica? Este diario te ayudará a estudiar tu miedo en vez de darle la espalda y salir corriendo. Recuerda que enfrentar el miedo es un acto de valentía y una vez que lo haces comienza la transformación. La sombra se convierte en luz.
Te invito a compartir tu experiencia.
¿Cual ha sido tu experiencia practicando enfrentarte a tus miedos durante la práctica de yoga? ¿Notaste algún cambio en tu vida?
Gracias por darte el tiempo de leerme. Cualquier comentario sobre este blog es bienvenido. Si la información te ha sido útil y crees que a alguien mas le pueda interesar te invito a compartirlo.
Nos vemos la próxima semana :)
Con cariño,
Juliana